HERENDIDA PINEDA
Mi vida en un blog Lo que me han contado. El 18 de septiembre de 1984, nació una niña preciosa (yo, aunque lo de preciosa ha cambiado un poco).Tan bonita era que las enfermeras no me querían entregar a mi papá, pues no creían que fuese su hija (ahora dicen que soy igualita a el). Aprendí a hablar a los 10 meses, de niña era un periquito. Una vez pregunte a mi papá ¿Qué es eso? -La luna- respondió el. Tiempo después, grité asombrada. ¡Mira, papi un pedazo de la luna y viene detrás de nosotros! (Era muy inteligente).
Mi más antiguo recuerdo. Esa noche nos acostamos tarde, cansados y profundamente dormidos tardamos en reaccionar a la voz exaltada de unos vecinos que nos avisaban que debíamos salir de inmediato, pues había explotado un transformador justo frente a nuestra casa y varias casa ya estaban incendiadas así como varios vehículos. A nuestra casa no le pasó nada pero, para una niña de 4 años la experiencia no fue nada agradable .No quería dormir más en esa casa, así que me enviaron una semana para donde mi abuela. Otros eventos desafortunados. Este fue a los 12. Se acercaba la graduación de mi hermana, como siempre no quería ir, como siempre mi mamá me obligó. “Esa es tu hermana, tienes que ir….! Si, si esta bien. Llegamos al acto de graduación estaba aburrido pero poco me imaginaba lo interesante que se pondría. Oí un gran sonido, luego sillas cayendo todo se movía. Al principio pese que era un pleito o un terremoto, estaba muy confundida hasta que escuche la palabra ¡bomba! El acto se desarrollaba en la segunda planta de la gobernación, todo el mundo quería bajar al mismo tiempo las escaleras estaban entaponadas .No se como llegue abajo, pero cuando salí mi vestido estaba todo roto y había un reguero de zapatos carteras entre otras cosa tiradas en el piso .La confusión fue tanta que el orador de la ceremonia que en principio pedía calma, a los pocos minutos se tiro de la segunda planta. Ahora recuerdo este suceso y me rió pero, me asuste mucho. Lo que más me duele es que si hubiese sabido que la ¡bomba! era lacrimógena, me hubiese quedado donde estaba, a mi eso ni me picó. Bueno, y si les sigo contando de la ocasión en que un borracho prendió un tanque de gas y tuve que salir corriendo con mi perrito al hombro, o cuando estalló el polvorines la fortaleza de San Cristóbal, no acabo así que pasemos a otras cosa. En la Escuela… Recuerdo que lloraba en casi todos los cursos (en 5to, 6to, 7mo).En el bachillerato madure un poco y cambie mi reputación de llorona. Iba a terminar la escuela y quería ser maestra como mis padres, pero en educación artística me pusieron como tarea investigar sobre el diseño gráfico, cuando leí sobre el tema me encantó y decidí estudiar esa carrera. Me dijeron que tenia que saber dibujar y yo no sabia dibujar ni una mata, pero me puse a practicar y me sorprendí a mi misma. Ya llevo varios años estudiando Publicidad mención Diseño Grafico en la UASD y esto me ha permitido descubrir habilidades en mi que ni me imaginaba que poseía. Un punto de viraje. Tenia 9 años y los Testigos de Jehová tocaron la puerta aquella vez no pudimos escondernos. Comencé a estudiar la Biblia y descubrí que no era cierto todo lo que se decía de ellos. Aprendí muchas cosas como el nombre de Dios, y lo que sucede cuando morimos .Me bautice a los 13 años, es la decisión más importante que he tomado en mi vida. En el 2000 empecé a aprender lenguaje de señas con el propósito de enseñar de la Biblia a los sordomudos. Su cultura es diferente a la nuestra, son muy sinceros y aprecian el esfuerzo que hacemos para enseñarles. A veces si salgo a predicar con alguna hermana y estamos hablando en las calles, las personas creen que también soy Sordomuda. Disfruto mucho este servicio. Solo tengo 22 años aun me falta muchas cosas por vivir pero esas las seguiré escribiendo en las páginas de la vida.